TRANSFORMANDO BASURA EN ENERGÍA

El HERU (Unidad de Recursos Energéticos para el hogar) es un aparato que toma objetos que suelen ser desechados a la basura, como plásticos, envases, etc. Y los transforma en energía para calentar agua mediante el proceso de pirolisis, que es la descomposición química de materia orgánica y todo tipo de materiales (excepto vidrios, metales y otros).

La maquina no quema la basura, lo que hace es calentarla a altas temperaturas y asi logra descomponer los residuos sin oxigeno. Esto está conectado con un catalizador que limpia los gases que se desprenden. El calor que se produce es utilizado para calentar.

Básicamente la función del artefacto es convertir la basura doméstica en una fuente de combustible limpia.  El HERU fue probado con distintos materiales y los resultados fueron analizados cuidadosamente para asegurar que el proceso es completamente limpio y seguro.

El proyecto fue apoyado por la compañía Siemens, el dispositivo está equipado con su tecnología. El Controlador, el cual es el “cerebro del dispositivo” fue desarrollado por la empresa. La misma también creo una solución financiera para los interesados en HERU

El inventor de este gran aparato fue Nik Spencer y se desarrolló y fabricó en conjunto con el Centro de Tecnología de fabricación, Siemens y James Clark Technologies (JCT).

Los creadores del proyecto quieren cambiar la manera en que las personas ven a los residuos. En lugar de verlos como basura que los vean como una fuente de energía, como un recurso.

Muchos hoteles y restaurantes han adoptado esta nueva tecnología. La cual resuelve grandes problemas para el medio ambiente, ya que reduce los costos energéticos y la emisión de CO2. El proyecto aporta a reducir la huella de carbono.

 Es importante porque además genera el doble de la energía que necesita para funcionar. Genera 2,3kWh por cada 1 kWh que necesita para poder funcionar en una casa.

Con este invento cada casa puede convertirse en un centro de generación de energía, lo que a su vez genera una menor dependencia de los proveedores de energía.

Además, reduce la contaminación, ya que muchos plásticos y recursos que son muy difíciles de reciclar o que tardan cientos de años en biodegradarse, son tomados por el HERU, y en vez de terminar en la basura terminan generando la energía para calentar agua.

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