Entrevista a Lorena Piazze, Directora Comercial de VIDPIA Vidrios Piazze
Forma parte de la tercera generación de una empresa familiar con más de 70 años en el mercado del procesamiento de cristales. Contadora y Licenciada en Administración, casada, 5 hijos. Un claro ejemplo de empresaria con todas las letras
¿Cuándo percibió concretamente que deseaba liderar una organización y porqué?
Desde siempre, el ejercicio del liderazgo personal era algo naturalizado en el seno de mi familia, siempre cuento que cuando estaba en los últimos años del secundario, si tenía alguna hora libre y me mandaban de vuelta a casa, mi mamá controlaba primero que haga la tarea para el día siguiente, y segundo que haga algo más, que ese tiempo “inútil” por el que me habían enviado antes a casa, se transforme en algo útil para mi. Y fue lo mejor que hizo, porque acompañaba a mi papá a la empresa y así fue como de forma totalmente natural, me fui metiendo en el trabajo de nuestra familia, y me encantó porque era un espacio de los adultos que incorporé con mucha responsabilidad. Para liderar tenés que conocer a todos y todo el proceso, ganarte el respeto y especialmente tené que saber, entonces ya no era “la hija de” sino Lorena la que trabaja a la par de cualquiera desde antes de terminar el secundario.
¿Cuáles han sido las 3 decisiones más importantes que ha tomado en su carrera?
No sé si hay un número que te diga lo que ha sido importante, un ranking. Porque cuando sos líder cada decisión cuenta. Una decisión de gran impacto en mi carrera es sin dudas la elección de la maternidad y de tener una familia grande. Tengo cinco hijos. Luego poder desarrollar toda mi actividad profesional tiene que ver con una organización personal, una elección de sí se puede y haberme rodeado con una pareja que me acompaña en todo y personas que ayudan en la casa en quienes puedo delegar y confiar. No se puede con todo sola, se debe elegir a quienes nos acompañarán en la vida: es fundamental. Otra gran decisión es haber ido a una misión comercial a Sudáfrica con 22 años, la experiencia que me dio esa situación fue incomparable. La edad nunca fue un obstáculo para mi, yo pensaba en términos del negocio, los demás me veían como la chica, pero para mi estaba súper claro que representaba mis propios intereses y los de mi familia, abriendo mercados y obteniendo logros concretos independientemente de mi edad.
¿Cómo administra tus tiempo y actividades dentro y fuera de la empresa? ¿Cuál es su estilo de liderazgo?
Mi estilo de liderazgo es audaz. Es ir por lo que quiero y lograrlo. En el camino me motivo y entusiasmo a otros, tengo una energía especial para hacer que las cosas sucedan. Para mi es tan importante el qué, como el cómo. No es sólo saber qué quiero, qué tengo que hacer, sino cómo vamos a lograrlo. Y eso es algo muy definido, mi hoja de ruta. Pero lo más importante, es que soy muy consciente de que no existe un estilo de liderazgo único, sino que existe un liderazgo transformador, porque las empresas funcionan como seres vivos, y para cada etapa exigen un estilo de liderazgo diferente. Eso es claro en una empresa familiar de tres generaciones. Lo importante para mi es poder administrar mi tiempo y actividades donde puedo ser más efectiva y útil y encontrar al más apto para delegar aquello en lo que sé que no puedo o no soy tan buena.
¿Qué hace en su rutina diaria para convertirse y mantenerse como líder?
Disfrutar cada cosa que hago, apasionarme por el negocio, nutrir constantemente ideas innovadoras, y relacionarme desde la humildad de saber que siempre tengo que escuchar, aprender, compartir, porque nadie se las sabe todas. Soy pragmática y para nada estructurada. Estoy muy pendiente del feedback, no me pongo el piloto automático de “yo sé lo que tengo que hacer”. Me cuido mucho, hago ejercicio, me río, cuido mis espacios de relacionamiento con mi familia y amigos, estoy presente en los momentos que diariamente compartimos en familia con mis hijos.
¿Qué aporte realizaría -desde su experiencia como líder- a la juventud que está comenzando una carrera universitaria y está buscando su primer empleo?
Bueno, yo creo que la juventud hoy no es la misma que yo viví, tienen mucho más claro que con o sin estudios universitarios pueden “ser”. Y lo destaco porque hoy existen muchísimas instancias de formación no universitaria, que colocan a nuestros jóvenes en el mundo laboral, especialmente en el mundo digital, donde sin dudas tenemos mucho talento. No es casual que los 5 o 6 unicornios de Latinoamérica sean argentinos y esas empresas, incluyendo la empresa más valiosa de nuestro país, que es Mercado Libre, contratan talento en áreas donde tenemos mucho por hacer. Por eso creo que los jóvenes tienen mucha idea de que quieren desarrollarse en lo que les gusta, sin llevar la mochila del mandato familiar de tener que tener un título universitario tradicional. Eso ya es un gran avance.
¿Está prohibido soñar en Argentina? ¿Qué se necesita para no morir en el intento?
Soñar está siempre vigente, en todo contexto. Una muestra de eso es el mundo emprendedor, que avanza en las peores crisis, pasó en el 2001 y está sucediendo desde el inicio de la pandemia, podés llamarlo instinto por la supervivencia, yo creo que han nacido oportunidades increíbles, y no son pocos las que las pueden ver. Después podemos hablar de un contexto complejo, de burocracia, de ineficiencia, de postulados insostenibles, pero eso siempre ha existido y así y todo nos adaptamos y avanzamos. A nivel del liderazgo, es fundamental aprender a liderar con estrés, el que te genera un contexto complicado y cambiante. Esa adrenalina la tenés que convertir en combustible para la acción positiva. Es una energía que tenés que ponerla en la transformación para no morir en el intento.
Si imagina a la Argentina en 5 años, ¿cuáles cree que serán los temas más complicados de la agenda social en Argentina y cómo los abordaría?
Creo que todos los temas de la agenda Argentina tienen que partir de una certeza, que 6 de cada 10 niños y niñas son pobres. Eso es lo que se debe abordar, desde todas las áreas y en todos los contextos, porque es una lanza que atraviesa y lacera con su herida a toda la sociedad argentina. No podemos ser indiferentes. Niños pobres, con deficiencias de alimentación, acceso a la educación, y necesidades básicas insatisfechas es algo escandaloso, que debe ser prioridad en absolutamente cualquier agenda de la que estemos hablando. Argentina está en extrema debilidad, con su población en ese estado de vulnerabilidad. Generar empleo genuino en el sector privado, bajar el déficit fiscal e integrarnos a los mercados internacionales para exportar es fundamental, todos lo ven, el tema es actuar sobre las regulaciones sin sentido que impiden que seamos eficientes y encarar las reformas sin patearlas para adelante. El futuro se diseña hoy.
¿Qué necesita una empresa hacer hoy para avanzar y superar a la competencia en el futuro?
Necesita naturalizar la equidad, la diversidad y la inclusión en todos sus procesos. Y a partir de esa riqueza de talento humano puede ser innovadora, productiva y exitosa. Los que lo tienen muy claro son los inversores. Estamos en proceso que el management lo incorpore a todo nivel. Las empresas que avanzan hoy, son las que tienen líderes que se adaptan rápidamente al contexto volátil y que tienen amplias habilidades emocionales y de comunicación.
¿Cual es la peor falla que puede tener un líder?
No conocerse a sí mismo, no saber lo que desea y no ser humano, no tener una mirada amorosa hacia todo lo que te rodea, y no tener en claro el objetivo que tiene que lograr. Sin foco, sin convicciones y sin empatía no se puede liderar no ya a otros, sino que no te podés liderar ni a vos mismo. Si no podés valorarte y quererte a vos mismo cómo podrías hacerlo con otra persona. Imposible.
¿Puede alguien ser un buen líder pero no un buen manager? ¿Qué es mejor para una Compañía a la hora de los resultados en el corto y mediano plazo?
El líder no es el que hace todo, sino que puede hacer que cada uno haga lo que mejor sabe hacer, que cada uno se luzca, brille, le encante ser parte, se divierta, sienta orgullo de formar parte de un equipo, de producir tal o cual cosa, de avanzar en este sentido, con estos valores. Los líderes no son institucionalizados, son reconocidos por sus pares. El título o la tarjeta de presentación no te dice nada de las personas. Salvo qué lugar ocupan. El liderazgo no se refiere a una posición, sino a una funcionalidad en un contexto determinado.