Entrevista al Arq. Alejandro Belio – Director general-CEO de GCDI.
GCDI, es la denominación para una nueva etapa que iniciaron recientemente dos grandes empresas del sector. Como es de publico conocimiento la desarrolladora TGLT oportunamente compro a la constructora CAPUTO y a partir de ese momento se fusionaron ambas compañías. El uso de la marca CAPUTO tenia un vencimiento en el tiempo y se buscaba una nueva marca que los identificara en su actividad principal: La Construcción
¿Cuáles serán los próximos pasos?
Nuestro objetivo es que la compañía termine de posicionarse de aquí a un año como una marca de excelencia y con un alto nivel de competitividad. Para ello, nos focalizaremos en crecer como constructora dejando gradualmente nuestra veta desarrolladora. Solo concluiremos los proyectos que venían en marcha. Los próximos pasos apuntan a reducir mas deuda y ganar nuevos contratos.
¿En qué actividad pondrán el foco?
Contamos con 80 años de trayectoria, durante los cuales realizamos mas de 500 obras que impactaron positivamente en la sociedad, esto nos convierte en un referente indiscutible en construcciones civiles, industriales o de infraestructura. Cabe señalar que desde 1955, cotizamos en bolsa sin interrupciones.
Somos de las pocas empresas constructoras del país que cuentan con este signo distintivo. Es decir, con esta experiencia apuntamos a construir obras de gran porte. Por ejemplo, estamos analizando la actividad minera como un negocio a futuro. Si bien no hemos trabajado en minería, vemos que hay fuertes inversiones que probablemente vayan a obras de infraestructura de gran escala y ahí si podremos dar nuestro aporte como constructores.
¿Qué obras están ejecutando actualmente?
Cabe destacar que, al contabilizar nuestro background, las obras ejecutadas por las compañías madre, suman mas de 500. Cumplimos el nivel de calidad exigido y ese valor se aprecia en las obras que terminamos: Recientemente recibimos la adjudicación de la primera etapa de la ampliación del Estadio Monumental del Club River Plate. Por otro lado, hemos incorporado obras de tipo industrial, como el edificio de repuestos de la automotriz Toyota ubicado en su planta de Zarate o la construcción de una planta industrial de Mirgor en Baradero, y la nueva Terminal B del Aeropuerto de Ezeiza para Aeropuertos Argentina 2000. En Uruguay estamos terminando el edificio administrativo de la pastera de UPM en paso de los toros, entre otros emprendimientos. Una obra muy grande y atípica que tenemos en fase de terminación es el reactor nuclear en Ezeiza. Hubo que desarrollar mucha tecnología para el desarrollo de esta. Vienen personas de todo el mundo a visitar esta obra.
En la tipología viviendas, heredado de TGLT, contamos con el desarrollo Mera Puerto Norte (en Rosario), el Mega complejo suburbano Venice ( en Tigre) y un edificio residencial con basamento comercial de su marca Astor, en el barrio porteño de San Telmo. Por último, Oceana es un emprendimiento que no parece de este país, cuando se comparan los materiales y su construcción podría decirse que esta obra podría estar en Buenos Aires o en otro país del norte perfectamente.
¿Cómo están ordenando la empresa?
Desde el año pasado venimos dando una serie de pasos. Vendimos una serie de sociedades que no tenían que ver con el Core de la compañía. La operación mas importante ha sido la venta de la mitad de un terreno en Catalinas 2 al Banco Itaú, de este modo nos permitió cancelar la deuda que teníamos con la institución. El resto es la ultima y uncia deuda que nos queda: una obligación negociable 16 y 17 de TGLT a pagar en 2026 y 2027.
¿Cuál es la actual situación financiera a partir de estos acontecimientos y como se posicionarán en el mercado?
Quedamos en una excelente situación financiera, ya que la deuda restante es muy baja y a corto plazo. Lo que decidimos es reposicionarnos para que el mercado nos lea como una constructora por eso lanzamos una nueva marca que es GCDI (grupo de construcción, diseño e ingeniería). La idea es diversificarnos y crecer, enfocarnos en la construcción este año y el próximo, explorando nichos de mercado en los cuales poder movernos y así poder crecer.
¿Cómo juegan en esta nueva etapa las culturas de ambas empresas?
Estamos en un punto de inflexión importante. La compañía arranca con la fusión de dos empresas: TGLT con una cultura desarrolladora importante se fusiono con Caputo, que lleva una importante tradición como constructora. La fusión e integración llevo tiempo, no son procesos sencillos, pero hoy estamos plenamente integrados. Para ello, hemos elaborado un plan estratégico en la compañía 2022/2026. Concretamente sacamos una foto de lo que queríamos ser. De este modo el plan presenta múltiples facetas de abordaje. El cambio de denominación de la marca era solamente una de ellas. En ese sentido trabajamos arduamente en capital humano incorporado directores con perfil muy cooperativo en las áreas de recursos humanos, financiero y legales. Son cambios muy relevantes, ya que complementariamente se han generado una gran cantidad de programas y beneficios al personal básicamente porque en una compañía constructora el recurso más importante es la gente.
¿Cuáles son algunos de los programas más importantes que han implementado?
Realizamos una reestructuración de la compañía muy importante en el buen sentido para preservar nuestro capital humano. Caputo tenia un programa de jóvenes profesionales que discontinuo con la pandemia, este año lo relanzamos e incorporaremos a 10 profesionales arquitectos e ingenieros por año. Sin duda serán parte del semillero de la compañía.
¿En cuanto a la gestión, cuál será el valor diferencial que aplicaran dentro y fuera de la compañía?
Acabamos de certificar a la compañía de todas las normas ISO para alcanzar una mayor competitividad. Mas allá de este gran esfuerzo que implica la alineación de procesos para la mejora continua. GCDI es una compañía que tiene la capacidad de agregar valor atípico al mercado. Podría decirse que la gran mayoría de las obras que ganamos este año fue debido a las propuestas innovadoras que presentamos sobre como construir. No solamente le pasamos un precio al cliente para hacer la obra y una condición de contratación, sino también le hemos propuesto alternativas constructivas o de logística que hacen ganar un valor diferencial.
Un valor diferencial que requirió de un capital humano importante para su implementación. ¿Qué podés comentarnos de tu experiencia en este tipo de desafíos y de la integración de TGLT con Caputo?
La mitad de mi vida trabaje como constructor en Argentina, Ecuador y España. La construcción es una pasión que llevo con gran responsabilidad más allá del encanto que producen cada una de las obras. Sin embargo, también estuve del otro lado y contraté a todas las constructoras con la que competimos. En el caso particular de Caputo cuando estaba del otro lado, la percibía como la mejor en calidad. Ahora que estamos integrados y establezco diálogos con el departamento comercial, y otras áreas que agregan valor, me doy cuenta de que tienen incorporada una filosofía que es muy buena: Cuando se contrata una obra el precio que vale es el precio final de cuando esa obra se termina, no el inicial. Entonces Caputo puede ser que tenga un precio inicial un poco mas alto, pero durante la construcción no generara adicionales, ni retrasos ni conflictos. Es una compañía donde su prioridad será terminar la obra como se dijo que se iba a hacer en el principio para repetir otras obras con ese mismo cliente.